En Guatemala, la violencia sexual es un delito con alta incidencia y su aumento constituye un problema social grave que tiene influencia en otros fenómenos y sectores de la sociedad, sus víctimas no contemplan distinción de edad, sexo, condición social, grupo lingüístico o nivel educativo, entre otros, por lo que cualquier persona es susceptible de ser víctima.
Estadísticamente el Instituto Nacional de Ciencias Forenses –INACIF- reportó en el año 2,016 una cifra total de 7,892 casos de reconocimientos médicos.
En el año 2017, del 1 de enero al 15 de julio de 2017, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses ha reportado 3,709 casos de reconocimientos médicos por delitos sexuales, 3,377 casos corresponden a víctimas de sexo femenino y 332 a víctimas de sexo masculino.